Fake News, ¿cómo saber diferenciar una noticia falsa?
Las fake news nacieron con un único objetivo: engañar o desinformar a la población. Este tipo de noticias falsas pueden difundirse a través de diferentes plataformas como por ejemplo páginas web, prensa escrita, radio, televisión e incluso las redes sociales. Estas últimas quizás son las menos conocidas porque también han sido las últimas en salir a la luz. No obstante, existe un gran porcentaje de la población que a día de hoy se nutre con información que llega a través de las redes sociales. Por ello, es importante aprender a diferenciar y saber que no todo lo que recibimos en nuestro smartphone es información contrastada. Debido a esto, en The Apartment, agencia de comunicación especializada en comunicación corporativa, hemos preparado este post, para ayudaros a comprender un poco mejor qué son las fake news y cómo protegerse de ellas.
La intención de las fake news es presentarlas como si fuesen información real por lo que son consideradas como una amenaza a la credibilidad de los medios de comunicación o incluso a los propios periodistas del medio, suponiendo, del mismo modo, un gran reto para los lectores, aprender a diferenciar entre el bien y el mal.
Ejemplos famosos de fake news
A lo largo de la historia, las fake news han ganado cada vez más poder, sin embargo, los primeros ejemplos fiables y comprobados proceden de la Edad Media. Uno de los casos más sonados se remonta al año 2008 cuando salieron los resultados de un estudio que analizaba declaraciones de George W. Bush y altos funcionarios de su administración realizaron en un periodo de dos años a raíz de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos por la red Al Qaeda, en relación a la amenaza que suponía Irak para la seguridad nacional. En dicho informe, fuentes de la investigación encontraron múltiples declaraciones con información falsa que habían propagado los principales medios de comunicación cuando en su momento, estos, afirmaban haber validado de forma independiente toda la información que se les hacía llegar.
Otro de los casos más recientes en los que nos hemos visto envueltos con la pandemia de la COVID-19, puede ser un gran ejemplo de fake news. Uno de ellos fue un remedio que se extendió entre la población como medida para evitar el coronavirus. Las redes sociales fueron en este caso el medio en el que este “consejo” se extendió rápidamente. Se decía que para luchar contra el coronavirus o ayudar con los síntomas de dolor de garganta (posible síntoma de la COVID-19) era necesario beber agua caliente o hacer gárgaras. De tal forma, evitaríamos el contagio. Trudie Lang, profesora de Investigación de Salud Global de la Universidad de Oxford aseguró que no existía un mecanismo biológico que lavara un virus respiratorio en el estómago y así matarlo. Incluso el doctor Amesh Adalja, investigador principal en el Centro de Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins cuyo trabajo se centra en las enfermedades infecciosas emergentes, la preparación para pandemias y la bioseguridad, aseguró qué aunque la COVID-19 sí puede causar dolor de garganta y hacer gárgaras con agua tibia puede ayudar a que una persona se encuentre mejor, no tiene un efecto directo sobre el virus. No existe relación entre ellos.
Ante esta desinformación que se extendió como un bulo y que tuvo cabida en la opinión pública debido al desconocimiento y la falta de información sobre el virus, provocó desconcierto y engaño generando en la sociedad desestabilización y tensión frente algo totalmente nuevo.
Uno de los grandes problemas que nos encontramos con las fake news son la velocidad con la que se difunden. En general suelen ser contenidos llamativos que captan nuestra atención no solo por su contenido sino también porque normalmente están protagonizadas por personajes públicos o instituciones que relatan acontecimientos importantes y de actualidad o dicen comentarios controvertidos sobre un tema en concreto. Sin embargo, uno de los temas más preocupantes de las fake news son los escándalos que pueden provocar (alarma social) en la opinión pública.
¿Cómo podemos diferenciar una noticia real de una falsa cuando está en nuestro poder?
¿Cuales son los elementos que deberían generar nuestra alarma? Lo primero que debemos hacer es una serie de comprobaciones que nos ayudarán a identificar y confirmar si la información que hemos recibido o que estamos leyendo es la correcta:
- La fuente de información. Es importante reconocer si se trata de un diario prestigioso, un portal web de un medio importante o simplemente se trata de un blog. Si la información proviene de un blog con pocos seguidores y poco movimiento respecto a actualizaciones de post y redes sociales, probablemente la información no será todo lo verídica que debería ser para compartir a posteriori. No se debe distribuir entre nuestros allegados, cualquier texto de inmediato. Se debe verificar si realmente la fuente de información es la acertada o no.
- Leer la información con una mirada crítica. Toda la información que encontramos en internet no es real. Dicha información y este peligro de comunicar algo que no es real no solo puede afectar a los ciudadanos de a pie. En numerosas ocasiones y debido a la rapidez e inmediatez con la que se trabaja en los medios de comunicación para la publicación de noticias, puede ocurrir que estos mismos no comprueben la veracidad de la fuente e información y se publique algo que finalmente no ha sido contrastado. En general, esto no suele ocurrir ya que uno de los principios deontológicos de los periodistas es contrastar toda información que llega a las redacciones, sin embargo, han existido algunos casos concretos.
- Faltas de ortografía, fecha de publicación desactualizada o imágenes con retoques. Uno de los últimos pasos para detectar las fake news sería la identificación de errores gramaticales en el texto y la comprobación de la fecha de publicación. En numerosas ocasiones nos encontramos con contenidos en los que simplemente ha sido actualizado la fecha, pero no el contenido. En general los medios de comunicación si actualizan un artículo con información nueva, lo hacen saber. Esto puede ocurrir por ejemplo con la muerte de algún personaje famoso en la que se elabora una noticia anunciando el trágico suceso con dos o tres líneas de información y datos que han llegado a la redacción. Completan la noticia añadiendo que a posteriori y cuando se posea más información sobre la misma, se actualizará el texto (por ejemplo, tras la autopsia, definir la causa de la muerte). Por último, el retoque de las imágenes, si han pasado por programas de diseño añadiendo elementos controvertidos que nos hagan sospechar.
A través de herramientas digitales se puede analizar en detalle las fotos comprobando si la imagen en cuestión fue retocada. Entre los programas destacan por ejemplo Forensically. En este concretamente se puede ver en detalle las fotos y detectar si algún espacio de la imagen ha sido clonado con Photoshop.
- Verificar la URL que, en general, debe finalizar bajo un dominio común
- Si en algún momento se tiene cierta duda sobre la veracidad de la noticia recibida, se recomienda investigar en páginas de referencia que nos ayuden a corroborar que lo que estamos difundiendo es real. Una de las formas que pueden ayudar a detectar si se trata de un bulo o una fake news es comprobar que se está moviendo entre los medios del sector. ¿Qué información o qué temas están tratando los medios de comunicación más importantes del país? Si los medios de comunicación de referencia no se han hecho eco de la noticia recibida, probablemente nos estemos encontrando ante una noticia falsa. La comprobación en redes sociales sigue casi la misma estela:
- Tener como referencia aplicaciones oficiales.
- Crear listas en redes sociales, especialmente Twitter, para así mantener la llamada higiene informativa evitando expandir bulos y ayudando a la concienciación.
- Tener cuidado cuando recibimos audios vía WhatsApp. Se pueden atribuir a personas que realmente no han sido partícipes de ello. La falta de contexto provoca que al recibir un audio o una imagen que puede estar totalmente desactualizada pero sí vinculada a un hecho actual, cree confusión.
- Para comprobar la procedencia de un vídeo, Amnistía Internacional pone a disposición del ciudadano una herramienta llamada YouTube DataViewer. A través de ella, se ingresa copiando la URL del vídeo recibido para ver la fecha y la hora en la que fue “colgado”. Se puede comprobar también las diferentes imágenes en miniatura que están vinculadas, concretamente a ese clip. Una búsqueda inversa de esas imágenes podría permitir saber si el clip fue publicado anteriormente.
Aquí exponemos un pequeño manual para saber manejar la búsqueda inversa de imágenes a través de Google Imágenes:
En primer lugar, abriremos Google Imágenes y haremos clic en el icono que tiene forma de cámara y se ubica en la barra de búsqueda. Posteriormente seleccionaremos la imagen que la podremos subir directamente desde nuestro escritorio o, por el contrario, copiaremos el link de la web. Para finalizar, se desplegarán los resultados que tienen relación con la imagen analizada. Se podrán ver los links de webs en las que pudo haberse usado esa imagen y a su vez imágenes similares a la que nosotros hemos examinado.
Qué hacer si una Fake news afecta a tu marca
Cuando las fake news afectan directamente a nuestra empresa y esta misma se ve envuelta en un continuo torbellino de comentarios en las redes sociales con la posibilidad de convertirse en trending topic, la empresa afectada debe estar preparada para “combatir” estos bulos y adentrarse en una nueva estrategia que permita a la compañía argumentar con razones y hechos que lo que se ha publicado se trata simplemente de un rumor.
Los mecanismos idóneos para hacer frente a a las fake news se podrían resumir en:
- Transparencia
- Detección temprana. Adelantarse a la situación
- Difusión de los desmentidos a través de canales de confianza.
Lo primero y más importante es trabajar en la prevención. Una vez que hemos podido detectar la noticia falsa, es necesario construir activamente mecanismos que nos permiten mantener una posición privilegiada para abordar con precisión. ¿Cómo se gestiona de forma correcta la información cuando la empresa en cuestión sabe que lo que se está contando es un rumor, mentira o un bulo? Siempre se debe actuar con información veraz promovida por embajadores reales e informados de la marca. Una tarea que parece ser tan sencilla requiere de cuatro pasos esenciales que ayudarán a afrontar la situación con precaución:
- Argumentemos con autenticidad, transparencia, credibilidad y confianza como escudo.
- Potenciar el liderazgo de la compañía centrándonos en trabajar la identidad digital de sus directivos. Ellos son los portavoces cualificados para poner en valor los atributos de sus compañías.
- Los embajadores de marca son referentes. Deben convertirse en prescriptores sobre determinados asuntos dentro de la empresa.
- Fomentar la transparencia y el diálogo para contribuir en la mejora de la reputación corporativa de las empresas que lideran.
La detección a tiempo y estar prevenidos para saber cómo actuar ante una situación de tal calibre es esencial. Por ello, se debe:
- Seleccionar a las personas adecuadas para convertirles en embajadores y fomentar su potencial.
- Definir qué vamos a hablar, cómo lo vamos a exponer, cuál es nuestra aportación personal y a quién quiero llegar, son solo algunas de las respuestas que marcará nuestra marca personal. Es necesario trabajar la línea editorial y el plan de canales.
- Organizar la participación y monitorizar para detectar posibles nuevas mejoras.