El sector de la moda en la era post Covid-19
La evolución del sector moda en la era post Covid-19 y su transformación digital. Todos los detalles en nuestro post.
El sector de la moda en la era post Covid-19
En este último año, las cadenas de suministro se interrumpieron debido a la llegada de la COVID-19, provocando el cierre de cientos de locales y llevando a pérdidas históricas a todos los sectores, también al sector de la moda. El sector sufrió su peor año en la historia, con casi tres cuartas partes de las marcas que cotizan en bolsa registrando pérdidas y una disminución en la facturación aproximadamente del 90% con respecto al año anterior.
Los expertos plantean dos posibles escenarios futuros, uno más optimista, en el que la industria volvería a los niveles de actividad de 2019 para el tercer trimestre de 2022, y otro más pesimista, en el que las ventas volverían a los niveles de 2019 a finales de 2023. Lo que está claro es que, para la industria de la moda, el pasado año 2020 lo cambió todo. A pesar de que muchas marcas ya habían empezado a ser conscientes de una nueva forma de ver la industria, más comprometida y digital, la crisis sanitaria ha hecho patente la necesidad de una transformación íntegra del paradigma. Además, la crisis sanitaria trae consigo una crisis económica global y aquellas marcas que no se adapten a esta nueva situación no sobrevivirán.
Aunque no existe un manual estratégico estandarizado, en este post repasaremos cómo han cambiado los hábitos de consumo de moda en estos últimos meses y cómo debe hacer frente la industria a estos cambios.
Cómo se encuentra el sector de la moda después de un año desde la llegada del coronavirus
La moda es el espejo de la sociedad y si la sociedad cambia, también lo hará su vestuario. Quien piense que, con la llegada de la vacuna, todo volverá a ser igual, se equivoca. La forma en la que nos relacionamos con la moda está cambiando y el sector se enfrenta a una metamorfosis irreversible:
- Pérdida de relevancia. El confinamiento y las posteriores restricciones sociales han provocado que seamos conscientes de que no es necesario tener tanta ropa en el armario. Ahora, damos prioridad a comprar otros productos y nos hemos “desenganchado” del sector.
- Tendencia comfy. Durante el confinamiento, la ropa de deporte y los pijamas se convirtieron en nuestro uniforme. Ahora, nuestras casas se han transformado en oficinas improvisadas y las prendas cómodas y funcionales que se adaptan a nuestras nuevas necesidades han llegado para quedarse.
- Explosión del e-commerce. Si existe un claro ganador de la pandemia, ese es el comercio electrónico. En abril, el 97% del gasto en moda se hizo a través de Internet, frente al 3% del canal físico. Las restricciones y el miedo al contagio forzaron en ese momento a muchos a comprar online y parece que la industria ha encontrado en el e-commerce un aliado crucial para el futuro.
- Flexibilización de las cadenas de suministro. Como consecuencia de esta crisis, las marcas se han dado cuenta de que necesitan ser mucho más adaptables para hacer frente a cualquier coyuntura adversa. La flexibilidad y la resiliencia operativa están marcando la actual configuración de las nuevas cadenas de suministro de las firmas de moda.
- Futuro sostenible. El coronavirus ha aumentado aún más la conciencia social y los expertos sitúan la sostenibilidad como un eje estratégico de la industria en los próximos años. Adquirimos, cada vez menos, prendas que son “tendencia” y queremos invertir más en prendas de calidad. Comprar menos, pero comprar mejor.
¿Hacia dónde vamos?
La pandemia ha provocado nuevas dinámicas y ha acrecentado otras que ya estaban en marcha, como la digitalización o el slow fashion. Pero, ¿cómo se debe adaptar el marketing y la comunicación de la industria a esta nueva situación?:
- Dos colecciones. Ante el temido exceso de stock que pueda producir la progresiva reducción de la demanda, las marcas parecen estar de acuerdo en volver al calendario tradicional para producir únicamente dos colecciones al año, una de primavera/verano y otra de otoño/invierno. Sin embargo, esto plantea una duda, ¿cómo atraer la atención de los consumidores durante seis meses? La solución que se propone es la de tener una colección permanente de clásicos de la firma (que atrae a nuevos clientes) a la que se van añadiendo otras prendas (que fidelizan al cliente que ya tiene todos los clásicos de la marca).
- Eventos phygital. Los eventos son un componente imprescindible de la industria y seguirá siendo así. Sin embargo, no serán ni digitales ni presenciales, sino que tendrán un formato híbrido. Las semanas de la moda ya se están acogiendo a este formato que combina desfiles presenciales con aforos muy reducidos con piezas audiovisuales. En este sentido, el formato del fashion film cobra más relevancia que nunca.
- Marketing de influencers sí, pero con autenticidad. Ahora que los consumidores están cada vez más concienciados y desenganchados del “comprar por comprar”, no genera en ellos ningún impacto un influencer que se dedique únicamente a subir posts con productos. Los consumidores se involucrarán solo con aquel influencer que cuente una historia auténtica y que se involucre con sus seguidores.
- Experiencia en tienda reformulada. El auge del canal online plantea el replanteamiento de la experiencia en la tienda física. La tendencia es que los establecimientos evolucionen en espacios interactivos donde interactuar no solo con el producto, sino con todo el espacio, generando experiencias únicas.
Cómo puede ayudar la transformación digital al sector
Como ya hemos comentado anteriormente, con la crisis actual derivada de la Covid-19 todas las empresas se han visto afectadas y prácticamente obligadas a reinventarse para poder sobrevivir; y en el mundo de la moda no ha sido diferente.
Nadie se esperaba esta pandemia, por lo que esta ha dejado al descubierto el equipamiento y el conocimiento digital o digitalización que tenía cada empresa. Estos factores han sido clave a la hora de enfrentarse a dicha situación y el impacto que ha tenido en ellas.
Con la transformación digital, el sector de la moda puede adquirir ventajas competitivas y fortalecer su actividad y su posicionamiento de cara a la nueva normalidad. Estos avances digitales, que se han implementado tan rápidamente, van a permanecer en el tiempo y en la nueva normalidad, ya que es un seguro para las empresas y marcas en cuestión de ventas, así como un ahorro en costes de estructura y suministros, por lo que empieza a ser un elemento central en las estrategias empresariales.
Además, cada vez más, las herramientas de marketing digital van a ayudar a esta industria. Con estas van a poder diferenciarse y así captar nuevos nichos de mercado y consumidores llegando, por ejemplo, a través de las redes sociales y los big data a estos nuevos potenciales clientes.
Algunos casos de éxito
Dentro de la moda, al ser un entorno tan cambiante y complejo, las marcas que se han adaptado mejor a las nuevas necesidades de los clientes y a las circunstancias externas son las que más reforzadas han salido de esta crisis.
Algunas marcas, como H&M, han permitido pagar a plazos las compras en sus tiendas online, ya que es una gran opción para los consumidores incentivando así la compra de productos por ser una manera más sencilla y flexible.
Mango, también se ha adaptado a las circunstancias y a las nuevas demandas, por ello lanzaron colecciones capsula con colecciones más cómodas y versátiles, que se adaptaron a la nueva forma de vestir debido al aumento de tiempo que se permanece en el hogar y el teletrabajo. Estas pudieron adquirirse online, lo que supuso un gran crecimiento en el número de ventas, y por lo consiguiente, un aumento de nuevos clientes digitales.
Otro ejemplo muy claro es la cadena de ropa Lefties. Este gigante de la moda low-cost estuvo mucho tiempo sin ingresos por el cierre de las tiendas físicas, por lo que finalmente abrió una tienda de ropa online, para así poder competir y adaptarse a las nuevas tendencias de compra.
El Corte Inglés también tuvo que transformarse y adaptarse para poder seguir siendo competitivo, por lo que lanzo una tarifa plana de envíos por 19.90€ al año.